Capítulo 5 - El último cuarto del pasillo

El Palacio Rosa

(Un hubiera de nuestro episodio de Coraline y La Puerta Secerta)

Capítulo 5

El ultimo cuarto del pasillo

Después del recorrido por el piso, mis padres se despidieron de mí y me dejaron para que yo me acomodara en mi habitación, no sin antes recibir la clásica advertencia de mi madre: 

- No te olvides de desempacar primero tus cosas Coraline, cenamos en 40 minutos.

La habitación era muy amplia, realmente me gustaba; era mas grande que la de nuestra casa de la ciudad, además de que tenía unos enormes ventanales que daban una hermosa vista al bosque. No dude en mover las cortinas y dar un vistazo al exterior.

El bosque se encontraba realmente muy cerca, abrí un poco una de las ventanas y una agradable brisa entro por ella; lo que se me hizo un poco extraño es que esperaba escuchar algún sonido de las criaturas que habitan el cosque, pero lo único que manifestó fue un silencio sepulcral.

Dejé la ventana abierta y continué explorando la que durante algún tiempo iba a ser mi habitación.

La decoración de la habitación era un poco extraña, tenia un papel tapiz azul con una especie de flores estampadas, recorrí cada palmo de la pared con mis ojos y manos, tenía la esperanza de encontrar algún pedazo desprendido para acelerar la tarea del tiempo y desprender un gran pedazo del tapiz. Sin notarlo llegué a un lado del enorme ropero rosa, parecía que estaba unido a la pared. Por más que intenté, no pude moverlo ni un poco. 

Después de  mi recorrido por aquella habitación, mi ojos se posaron en aquella cama.

No vi en qué momento el viejo Charlie trajo mis cosas a mi habitación, mis maletas se encontraban a un costado de mi cama. Me dispuse a sacar mis cosas y acomodarlas en el ropero rosa, mientras hacía esta tarea me senté en una orilla de la cama, las viejas actrices tenían razón, la cama era realimente cómoda, no supe en qué momento me quedé dormida.

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