Capítulo 1 - Aire Fresco


El Palacio Rosa

(Un hubiera de nuestro episodio de Coraline y La Puerta Secerta)

Capitulo 1

El aire fresco

Todos los pueblos antiguos tienen historias, hay historias heroicas, historias divertidas e historias aterradoras. 

Al final son eso: historias. Uno no les presta mucha atención, ya que por lo general están llenas de fantasía, errores cronológicos o hechos que están muy fuera de lo común. Yo misma no creía en las historias que se contaban en la ciudad donde vivíamos, y mucho menos creería en la historia  que vengo a contarles.

Mi nombre es Coraline Jhones, sí, no es ningún error de redacción, soy Coraline, no Caroline. Esto me ha traído enormes conflictos a lo largo de mi vida, en principio era divertido, ya que me encantaba corregir a los mayores, luego comenzó a ser molesto y ahora ya no le presto importancia. 

Esta historia, sucedió justamente en esta segunda etapa de mi vida; por motivos del trabajo de mis padres, nos mudamos a un pueblo pequeño a las afueras de la ciudad. Ellos se encargaban de diseñar catálogos de jardinería, siempre llenos de consejos tanto para profesionales como para aficionados, además de las novedades que todo jardinero debe conocer. Por lo general las ideas les fluían muy bien y no tardaban más que escasas semanas en tener el nuevo tomo disponible. Este año en particular había sido muy complicado, casi no habían salido novedades en cuanto a métodos o herramientas de jardinería, las plantas artificiales estaban tomando gran relevancia y yo estaba entrando a la pubertad con un carácter que no les hacía fácil sus tareas.

Yo no era rebelde o mal portada, simplemente en ocasiones sentía que le ponían más atención a su catálogo que a mí; el último día de clases mi madre paso en su auto por mí, yo estaba feliz ya que ese día había tenido una exposición y me había ido muy bien. Empezamos a platicar acerca de nuestro día, yo le estaba contando que el maestro me había felicitado por mi trabajo cuando sonó su teléfono; mi madre me pidió que guardara silencio un momento ya que se trataba del editor del catálogo, yo me moleste mucho porque, como siempre, prefería hablar con la gente de su trabajo que con su hija. Mientras ella estaba al teléfono, yo comencé a jugar con un llavero que tenía, lo golpeaba contra el tablero del coche tratando de hacer ruido para molestar a mi mamá en su llamada.

-Por favor. Deja de hacer ese ruido, Coraline, esta llamada es muy importante.

Yo no le presté importancia, por lo que continué con mi afán de molestar​le. Al llegar al semáforo, mi madre ya molesta me arrebato mi llavero y comenzó a llamarme la atención. Esto ocasionó que no observa​ra​ el cambio de luces y el conductor distraído de atrás nos golpeara al no avanzar nuestro vehículo.

No fue grave pero ocasionó que a mi madre le tuvieran que poner un pequeño collarín ya que se había resentido de una vieja lesión de su cuello.

El dolor, el ruido de la ciudad y el no poderme tener quieta en la casa, tenía a mi madre de muy mal humor. Por esta situación, ella deseaba alejarse del ajetreo de la ciudad y buscar un entorno más tranquilo para continuar con su trabajo.

Un día mientras desayunábamos, mi padre vio en el periódico la publicación de la renta de un piso en un lugar a las afueras de la ciudad, en un pequeño poblado cerca del bosque; la idea les pareció fantástica, ya que el estar rodeados de la naturaleza les ayudar​ía​ a darle un enfoque distinto a su publicación, además, como mi madre lo menciono:

 - ¡El aire fresco te ayudará a cambiar tu humor Coraline Jhones¡

Y vaya que lo hizo...

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